SU ORIGEN
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| O Sensei |
El Aikido, la más
reciente de las Artes Marciales Tradicionales Japonesas, fue creado por el
incomparable budoka Morihei Ueshiba (1883-1969), quien estudió las principales
Escuelas Tradicionales de jujutsu, sable y lanza. Quedando a su vez muy
influenciado por el conocimiento del Shintoismo, Taoismo y la filosofía Zen. Lo
que desempeño un papel muy importante en el desarrollo de los principios del
Aikido. Haciendo que a la vez que volvía a las fuentes del Espíritu Tradicional
de los Samurais, abriera su práctica a las nociones más modernas de la búsqueda
de la Unidad y de la Armonía.
Así pues, su mensaje es
la búsqueda de la Paz con uno mismo y con los demás. Transmitiéndonos su fe en
la vida y en la especie humana, a través de un Arte Marcial basado en la Etiqueta,
Estudio del Combate y Espiritualidad.
El Aikido comenzó a
practicarse en Europa en el año 1950, contando en la actualidad con miles de
practicantes en todo el mundo. El Centro Mundial de Aikido tiene su sede en el
AIKIKAI de Tokyo. Y lo dirige el Doshu Moriteru Ueshiba, nieto del Fundador.
QUÉ ES EL AIKIDO
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| Sensei Tamura |
El Aikido es un arte marcial Japonés.
Básicamente es un Arte de combate que permite defenderse contra uno o varios
adversarios con y sin armas. Utiliza técnicas de proyección y de inmovilización para
desequilibrar y controlar al oponente, y acompaña sus movimientos de una serie
de "atemis" (golpes en puntos vitales del cuerpo). El entrenamiento
incluye el estudio y sentido de los ataques y las caídas, así como la práctica
con armas como el sable (Bokken, Iaito, Katana), bastón (Jo) y cuchillo
(Tanto).
La eficacia del Aikido
no se basa en la potencia y velocidad de ejecución de las técnicas, sino que al
contrario su práctica requiere relajar el cuerpo y desarrollar buenos reflejos,
estudiando la presencia-vigilancia, la intención y sentido del ataque, la
noción del tiempo-distancia, etc. Para poder tener la actitud correcta con la
que ejecutar una técnica eficaz. Que es la que se realiza de forma natural y
espontánea sin esfuerzo, como respuesta apropiada en el momento justo a la
situación que se presenta.
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| Dosu Moriteru Ueshiba |
Llegar a este nivel de
evolución supone un entrenamiento largo
y continuado, durante el que hay que pasar por una serie de etapas en las que
se deben revisar continuamente los conocimientos que se van adquiriendo.
La diferencia fundamental con otras artes marciales,
que se han convertido en disciplinas deportivas,
estriba en que el Aikido trata de disuadir al adversario y neutralizar su
intención agresiva, demostrándole la inutilidad de
su ataque. Y al ser un Arte Marcial, excluye de su práctica toda idea de
competición.
Disciplina física y moral de una extraordinaria eficacia, favorece la concentración y el conocimiento de
uno mismo, lo que permite mantener la salud, y el equilibrio psíquico. Y en su esencia busca la unidad, la armonía y la paz interior.
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| Tomás Sánchez, Zaragoza 2014 |
LA ETIQUETA
En el Aikido, el
ceremonial y la etiqueta forman parte fundamental de la práctica. El saludo, la
posición de rodillas, la actitud durante el entrenamiento, el respeto mutuo
etc., forman parte de las reglas del Dojo que es necesario respetar.
EL EQUIPO
Para la práctica del Aikido se utiliza un kimono de color banco (Keikogi) de algodón para absorber bien la transpiración y tener gran resistencia a los agarres, un cinturón (Obi) blanco o negro, según el grado del practicante y las zapatillas (zooris). Y cuando ya se lleva un tiempo suficiente de práctica, se le autoriza al alumno a llevar la Hakama (falda – pantalón de color negro o azul). El equipo también incluye las armas como, el bastón (Jo), el cuchillo (Tanto), el sable de madera de roble (Bokken – Bokuto) y el sable real sin filo (Iaito), o con filo (Katana).
NOBUYOSI TAMURA
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| Nobuyoshi Tamura Sensei |
Nobuyoshi Tamura, nació el 2 de Marzo de 1933 en Osaka (Japón) y falleció en
Francia el 9 de Julio de 2010. Shihan y 8º Dan AIKIKAI, estudió durante
muchos años bajo la dirección de O Sensei Morihei Ueshiba, fundador del
Aikido, en el Aikikai de Tokyo, centro mundial del Aikido, donde N.
Tamura ocupaba un rol preeminente en el pequeño grupo de Uchi-deshi (los
alumnos próximos al Fundador) que más tarde se diseminaron por Europa y
Estados Unidos.
Durante 46 años desde su llegada a Marsella en 1964, consagró su vida al desarrollo del Aikido en Europa, especialmente en Francia donde residía. Autor de varios libros dedicados a la metodología de la enseñanza del Aikido y a su práctica, ha sido pieza clave en la expansión de la Federación Francesa de Aikido y Budo (FFAB), así como en la creación y funcionamiento de la Escuela Nacional de Aikido (Shumeikan) ubicada en la localidad francesa de Bras.
España tuvo la fortuna de poder beneficiarse desde el principio de su presencia en nuestro país. Principalmente con los cursos que desde su constitución, organizaba todos los años la A.E.T.AIKI, a lo largo de toda la geografía española, dirigidos por Nobuyoshi Tamura shihan.
En relación a la entrada en el blog de Aetaiki sobre la muerte de Mme. Tamura (http://aikikai.org.es/en-memoria-de-rumiko-tamura):
ResponderEliminar"No hubiera estado de más, quizás, acompañar esta entrada homenaje a la señora Rumiko Tamura con una reflexión sobre el papel que las artes marciales japonesas mal llamadas «tradicionales» han reservado habitualmente a las mujeres en sus «jerarquías cuasieclesiásticas» de poder. A fin de cuentas…la señora Tamura también entrenó con O’sensei, tuvo los mismos años de práctica que su marido, fue una practicante abnegada hasta el último de sus días…pero su papel desgraciadamente se ha limitado a ser una gran señora (otra más) a la sombra de un genio. Y llegado el momento de su triste deceso (en unas situaciones, además, como en las que nos encontramos…), solo llegamos a decir que esta señora ha sido «la compañera fiel de Tamura Sensei», la cual siempre «supo estar a su lado» y, sobre todo (porque es muy importante en el caso de una mujer), » sin que se notara su presencia».
¿No habría estado mejor, quizás, comenzar diciendo que esta señora fue una practicante de Aikido de los pies a la cabeza, que tuvo el privilegio de entrenar con dos de los más grandes de este arte marcial (léase, su fundador y su marido)?
¿Se ha parado a pensar, quién esto ha escrito, que quizás esta mujer hubiera deseado algo más que desempeñar ese rol secundario, pero las circunstancias de la vida y el papel triste y lamentable que las artes marciales tradicionales han reservado a la mujer se lo impidieron? (sin que ninguno, de sus grande prohombres y representantes «en la tierra» haya hecho nunca nada para cambiar esta situación). Quizás, quién esto ha escrito, no conoció tanto a Rumiko como presume.
¿O quizás esta reflexión, abriría otras líneas de discusión sobre la «jerarquía eclesiástica» de sihanes y directores técnicos en que reposa esta asociación, y cómo una supuesta «etiqueta» sirve de pretexto para mantener en el buen rebaño a unos cuantos acólitos acríticos?
No sé, se me agolpan todas estas ideas en la cabeza en estos momentos…
En todo caso, descanse en paz, Rumiko"